HN, empresa toscana de construcción y renovación de edificios ecológicos, ha elegido para su nueva sede florentina un ala de uno de los palacios más famosos de Florencia: el Palazzo Rucellai.
El afortunado e intocable edificio histórico impone a la intervención arquitectónica una labor de adaptación de las necesidades de la empresa a los espacios interiores.
La división espacial del vestíbulo principal se realiza mediante la inserción forzada de vegetación y naturaleza en este entorno, creando zonas separadas. Aunque el concepto pueda parecer intrusivo a primera vista, en realidad se manifiesta de forma deliberadamente respetuosa.
Las numerosas plantas siguen siendo una presencia quieta y silenciosa dentro del espacio que las alberga y que, desde el siglo XIV, cuenta su propia y larga historia. El relato se desarrolla entre las distintas salas, cada una de ellas caracterizada por una gran mesa diseñada y concebida como un pequeño proyecto arquitectónico.
La luz natural desempeña un papel clave en la percepción de los espacios: sobre todo cuando no está. Las salas de reuniones, bañadas por una luz intensa gracias a la presencia de las ventanas redondas con parteluz y dos luces del palacio, giran en torno al corazón del apartamento donde se encuentra el despacho presidencial, una estancia completamente oscura. Aquí los frescos originales se persiguen en las paredes y techos, sin dejar espacio para ninguna ventana. El diseño interior traza la atmósfera austera, acentuándola mediante el uso de una iluminación deliberadamente dramática, en puro contraste con las demás estancias.El diseño cuenta una identidad precisa, que habla de naturaleza, historia y belleza.